Francia Moderna del siglo XVI: poseciones en Italia y guerra religiosa

Para conocer la Francia moderna del siglo XVI es importante recordar el tratado de Picquigny; en este, el rey Eduardo IV de Inglaterra y Luis XI le ponen fin a la célebre Guerra de los Cien Años. Aunque el conflicto gordo terminó, los conflictos entre ingleses y franceses continuaron. Fueron los Valois que llevaron a Francia a la vitoria.

Comencemos este siglo desde 1483, con el rey que dio el inicio de las guerras italianas. El rey Carlos VIII, hijo y heredero del trono del mencionado Luiz XI, desde niño no mostró ganas de reinar, sin embargo, logró dejar un gran legado. Fue coronado en 1483 cuando todavía era menor de edad y se cuenta que de su regencia estuvo en disputa por Ana Beaujeu y su primo Luis XII (el siguiente rey). La joven ganó la disputa dado que tuvo la aprobación de su padre antes de su muerte y junto a su esposo Pedro II de Borbón fueron regentes hasta que Luiz VIII pudo reinar por sí solo.

La idea de Luiz VIII de ocupar Nápoles comenzó con la dinastía Angevina (Anjou) con Carlos I de Anjou en 1265 cuando este fue nombrado rey de Sicilia por el en ese entonces obispo de Roma (papa). Tras la conquista de Carlos de Anjou de Sicilia, el reino fue disputado por Pedro III de Aragón y su mujer Costanza de la Corona de Aragón (España). Pese a que Pedro logró quitarle el trono (que de hecho estaba dividido) a Carlos de Anjou fue excomulgado por el papa poco después que lo hicieron con Carlos I de Anjou. Este solo pudo quedarse con parte del territorio y el sucesor, Carlos VI de Anjou adaptó la parte de Sicilia en lo que conocemos como el reino de Nápoles. Luego vinieron reyes sucesorios de la dinastía Angevina hasta la muerte de Juana I que causó un conflicto de sucesión entre Luiz II de Anjou y Carlos VII de Nápoles (y II de Hungría). El ganador fue el rey de Hungría y este dejó en el trono a su hijo Ladislao I para poder volver a Hungría. Cuando partió, Luis II pudo recuperar el trono gracias a que Ladislao era menor de edad, y cuando este cumplió la mayoría de edad pudo reinar a partir de 1399. Tras su muerte reinó su hermana Juana II sin herederos de sangre y luego lo hizo Renato de Anjou. Posteriormente los españoles (Corona de Aragón) se hicieron con el control del reino.

Guerras italianas

La Casa de Anjou y la Casa de Valois eran de los Capetos (Francia), por lo tanto, técnicamente ambas ramas estaban conectadas. Ahora Luiz VIII quería recuperar el trono, y utilizaba todo lo anterior como base, el rey quería utilizar Sicilia como base para vengarse de los turcos otomanos (que estaban detrás de Sicilia) por ser los responsables de la famosa Caída de Constantinopla. Aparte, estaba la rivalidad con los Hamburgo del Scaro Imperio para ser la más poderosa de Europa: los Valois o los Hamburgos (de donde viene Carlos V del Sacro Imperio)

Esta guerra fue la primera invasión francesa a Italia y fue el inicio de una serie de guerra conocidas como las “guerras italianas”. Carlos VIII tuvo el apoyo del Ducado de Milán que en ese entonces iba y fue encabezado por Ludovico Sforza.

Aunque Carlos VIII tenías sus propios motivos, por otra parte, estaban las esposas de Ludovico Sforza —Beatriz de Este— y Gian Galeazzo —Isabela de Aragón— las que competían por el ducado. Beatriz quería que su hijo fuera el trono y para ello pidió el asenso del niño a conde de Pavía (que técnicamente lo convertiría en el siguiente aspirante al ducado milanés); Isabela de Aragón, como su mismo nombre lo dice, pidió ayuda a su padre nuevo rey de Nápoles, Alfonso de Aragón, fue la causa de que el esposo de Beatriz apoyase a los franceses.

Carlos VIII, con un gran ejercito innovado en las mejores armas de la época, llegó a Nápoles ante la inexistente resistencia de los italianos. Ante la preocupación de estos que Italia se convirtiera en provincia de Francia nació la Liga de Venecia que incluían los principales estados de la península, España y el Sacro Imperio. Ante esto el rey se vio obligado a retirarse con acuerdos de paz por el momento.

Carlos VIII murió durante un partido de tenis y el trono llegó a su primo, Luis XII, en 1498. Con él nació la segunda guerra italiana, continuando lo de su primo, aunque con un interés mucho más en Milán. Inició con muy buenas victorias hasta el tratado en el que los franceses y españoles se dividieron el territorio de Nápoles. Ambos reinos rompieron sus acuerdos y en 1504, tras las batallas de Ruvo, Seminara, Ceriñola y Garellano.

Luego vino una breve paz en donde Luis XII redujo los impuestos de Francia, sin embargo, instigado por su gran colega y asesor Georges d’Amboise y por el papa Julio II, volvió a la acción en Italia uniéndose a la liga anti veneciana, la Liga de Cambrai. En 1509 tuvo lugar la Batalla de Agnadello donde derrotó a los venecianos, sin embargo, el papa fue en contra de Francia al siguiente año, y por ello, intentó remediar las cosas con el concilio en Pisa del siguiente año donde no consiguió mucho.

En 1512 el sobrino de Luis, Gastón de Foix, venció a los españoles apoyados por el papa. Luego en Roma, Luis, fue descomulgado por el papa y abrió las puertas a todos los enemigos para conquistar Francia. Los españoles (aragoneses) tomaron Navarra e Inglaterra atacó por el norte obligando a las tropas francesas a volver a sus tierras para defenderla dejando a sus aliados (suizos) en Italia.

Llegó la muerte del papa Julio II y el rey francés remedió todo con matrimonios y el nuevo papa, Leo X. Curiosamente Luis XII murió el 1 de enero de 1515. Se había casado con Ana de Bretaña, pero al no tener hijos varones el reino paso a su primo y yerno Francisco I.

Francisco I reinó más de 30 años; sus inicios se ven reflejados por ser uno de los primeros en Europa en pasar de teocentrismo a antropocentrismo (Renacimiento); el cambio dende el ser humano era el centro o lo primero de todo. Tuvo un gran interés en el arte y se ve reflejado su admiración por el célebre Leonardo Da Vinci.

Por un lado, estaba el emperador más poderoso del mundo en aquella época, Carlos de Hamburgo, Carlos I de España o Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico, es decir, en el Sacro Imperio (Alemania) reinaba varios territorios y administraba toda Alemania al ser elegido como emperador mientras que en España por ser elegio como rey de la Corona de Aragón y luego Catilla. También dominaba territorios al sur de Italia como Cecilia y al mismo Nápoles. Incluso en la misma Francia obtuvo poder al iniciar la Independencia de algunas provincias de Países Bajos en Borgoña (Francia). Controlaba casi media Europa. Por Inglaterra estaba el rey Enrique VIII con el que Francisco I tuvo algunas relaciones pacificas.

Desde pequeño, Francisco, siempre estuvo rodeado de compañeras femeninas debido a la educación de su madre y hermana, descuidándolo de sus estudios lo convirtió en un hombre llenó de fantasías y de muy poco realismo.

Continuó las guerras italianas que su antecesor había dejado, el Ducado de Milán era el objetivo. En 1515 tuvo lugar la Batalla Marignano en donde atacó, junto con los suizos en la Liga de Cambrai, a Venecia y luego a los estados vecinos de la península. Fue una buena victoria y consiguió pacificar sus fronteras e incluso aliarse con Venecia y tomar Milán.

En 1519, aprovechando que los españoles tomaron Navarra (territorio español dominado por Francia), inició movimientos militares para quitar a Carlos del estado de Nápoles y por ello empezó invadiendo Países Bajos. Esto ya hacía parte de la Guerra Italiana de 4 Años y en ella los franceses acabaron perdiendo ante los españoles en Bicoca, Sesia y Biagrassa. Además, tuvo la intervención de otros estados pontificios y el rey de Inglaterra, como también batallas en Países Bajos y en la misma Francia.

Luego vino la derrota en la batalla de Pavía del año 1525 quedando en estado crítico, pues su hijo, Francisco III de Bretaña (lugar dominado por Francia) fue capturado por Cralos V, aunque luego fue liberado. Francisco I también fue capturado y llevado a Madrid donde se vio obligado a firmar el Tratado de Madrid en 1526, dando fin a la Guerra Italiana de los 4 Años. En este tratado renunciaba a Milán, Nápoles, Borgoña, entre otros estados.

Esto aún continuó, en 1527 el papa Clemente VII pidió la ayuda a Francisco para combatir contra Carlos V. El francés con gusto se ofreció para que juntos con otros estados de Italia e Inglaterra fueran contra el poderoso Carlos con una liga llamada la Liga de Cogna.

La guerra de la Liga de Cogna tuvo un contundente ganador; el 6 de mayo de 1527 tuvo lugar el saqueo organizado por Carlos a Roma, además Clemente II tuvo que rendirse a manos del rey Enrique VIII, pero luego fue liberado. Los franceses, a finales de 1527, sitiaron y tomaron Alessandria, Génova, Sanova y saqueraon, Parma y Piacenza hasta llegar a Nápoles, pero la Peste Negra les obligó a retirarse. Al siguiente año intentaron continuar con lo que había iniciado, pero sus ánimos terminaron en la región de Lombardía con el tratado de Barcelona de ese mismo año.

Tras años de paz, este conflicto continuó en 1536 con la muerte del duque de Milán (sucesor del mismo Francisco), pues porque el hijo de Carlos V, Felipe II de España, heredó el trono. Asedió Saboya y con ello Turín, aunque no pudo con Milán: en respuesta Carlos atacó Francia. Todo terminó en tregua y Francia con el control de Turín.

Francisco no se rindió y pese a que ambos intentaron calmar sus tensiones con bodas y fiestas nada resultó, sin embargo, en esos años de intento por remediar las cosas no hubo acciones mayores hasta 1542 cuando los franceses se aliaron con los otomanos que ahora controlaban Constantinopla y que iban tras Hungría, dando inicio a la guerra italiana de 1542-1546.

Mientras Francisco preparaba los primeros ataques en los territorios de Carlos en Alemania, su relación con el rey Enrique VIII se volvió critica debido a incumplimientos de impuestos. Por suerte, para ambos, el enemigo en común era Carlos V y este inevitable hecho de causa de guerra se pospuso hasta 1543.

Mientras Francia atacaba Países Bajos y Luxemburgo del Sacro Imperio, pero los ingleses fueron en defense de los vascos donde luego se desataron una serie de guerras en el Sacro Imperio.

Tras la retirada de Francisco en territorio germánico los otomanos llegaron a Francia para preparar las operaciones de la alianza, pero el francés, con temor, le prohibió quedarse y estos volvieron a Estambul en 1543. Al siguiente año tuvo lugar una de las pocas batallas de esta parte de la guerra, la batalla de Cerisoles donde Carlos salió derrotado, sin embargo, los planes de Carlos eran invadir Francia y en ese mismo año junto con Enrique iniciaron movimientos que obligó a Francisco a devolver sus tropas tanto de la península (Milán) como del Sacro Imperio.

En mayo del 1544 españoles e ingleses iniciaron la invasión de Francia con más de 80.000 hombres más aliados del Sacro Imperio frente a un número similar de Francisco. Claramente el número se dividía, pero básicamente el plan era sitiar París, sin embargo, los ejércitos se retiraban gracias a que los franceses se rendieron. Francisco intento varios tratados de paz y consiguió el de Crépy de ese mismo año. Sin embargo, el conflicto con los ingleses no terminó y hasta el mismo Carlos terminó siendo un intermediario, cosa que, por desconfianza, lo terminaba involucrando en el asunto y su rivalidad contra los Valois también. Todo terminó en el tratado de Ardres de 1546.

Fue, en sus últimos años de vida, que iniciaron los conflictos religiosos en Francia, los hugonotes. En estos tiempos un incremento en la población y también territorial se había visto. Aunque en producción, durante el siglo XVI, no era el mejor por factores como las guerras en Italia y un enfriamiento climático. Productos como el trigo habían subido una barbaridad. no obstante, tuvo sus puntos buenos como su comercio en América y sus nuevos cultivos como las frambuesas, melón, alcachofas, fresas, coliflor, grosellas, zanahoria. De tierras lejanas llegaron productos nuevos mejorando un poco la productividad y trabajo. Sin dudas, este siglo no fue de los mejores para Francia. Lyon, y no París, era el centro comercial en Francia gracias a Francisco I y lo fue por un tiempo en Europa. La economía se vio baja por los altos precios con los que los campesinos se veían obligados a comerciar, sin mencionar los altos impuestos. Todo esto originó el mercantilismo. Gracias a la innovación en metalurgia, las familias ricas se permitían relojes, hornos y armarios. La producción, de papel, hierro, lana y seda fue prospera. En cuanto a las construcciones y reconstrucciones en arquitectura del siglo XVI a destacar hay un montón, pero nos quedaremos con las más conocidas como el Castillo de Chenonceau, Castillo de Blois, El castillo de La Rochefoucauld, Palacio ducal de Nevers, palacio del Louvre, palacio de Écouen y palacio de Chambord.

Francisco I se había casado con la hija de Luis XII, Claudia de Francia con la que tuvo siete hijos de los que saldría el siguiente rey. Francisco I Francia murió 31 marzo de 1547 y lo sucedió su hijo, Enrique II de Francia. El heredero al trono iba ser Francisco III, pero este murió en 1536; entonces Enrique paso a ser el duque de Bretaña (el cual lo convertiría en el heredero del reino). Enrique II fue alguien apegado a la fe católica lo que provocó muchas más revueltas frente a las nuevas guerras religiosas que iniciaban en Francia.

Enrique II continuó la guerra contra Carlos que había dejado su padre, aliándose de mejor forma con los otomanos y más tarde también se unió con los alemanes en el Tratado de Chambord, iniciando de este modo la guerra italiana de 1551-1559. El conflicto no tuvo acontecimientos grandes, llegándose a una tregua un año después de su inicio. Siena había sido sometida por los de Carlos V a mando de su hijo Felipe II de España, además le otorgó Nápoles y Milán como para cabrear a Enrique II. El papa Paulo IV prometió a Francia que aquellos estados serían cedidos a los hijos de Enrique para llegar una paz definitiva, cosa que no terminó sucediendo.

En 1557 tuvo lugar la Batalla de San Quíntin y en 1558 tuvo lugar la Batalla de Gravelinas con victoria de los españoles. Podríamos decir que esta batalla fue el fin de las guerras italianas, pero fue en la paz de Cateau-Cambrésis donde se llegó a un acuerdo definitivo: España se quedó con Nápoles y Milán, las posiciones en Saboya entre otros territorios. Francia no pudo recuperar el terreno.

En 1559 murió Enrique II a los 40 años en París, en un accidente. Se había casado con Catalina de Médici y tuvo con ella diez hijos del que saldría el sucesor, Francisco II que apenas duró un año y medio en el trono con tan solo quince años de edad; sus consortes fueron dos de sus tíos Francisco, duque de Guisa y Carlos, cardenal de Lorena. Básicamente era un títere. Su corto reinado se debió a un motón de problemas que tenía Francia y de ambiciosos por el poder, sumado su complicado y simultaneo reinado en Escocia y las vírgenes guerras de religión francesa.

Si os interesa esta parte de la historia del siglo XVI de Francia podéis investigar sobre la conspiración de Amboise. Hay un montón de hechos durante poco tiempo.

Guerra de religión de Francia

Tras la muerte de Francisco II en el 1560 la rama Valois continuó con el hermano de este. En mayo de 1561 Carlos IX fue coronado rey en la catedral de Reims y de su regencia su madre, la reina de Francia en aquel tiempo.

Vamos al contexto. Estaban los protestantes (hugonotes) que iban en contra de la fe católica que era la religión de Francia. A estos se le sumaron importantes nobles que querían librarse de religión romana. Esta guerra ya había mostrado sus inicios desde de década 1540 (desde luego que el rey Enrique II se vio implicado), pero el conflicto inició en 1562 y estalló en el 1572 con la Matanza de San Bartolomé, pero no nos adelantemos.

Hubo muchos acuerdos antes del 1572, pero nada estaba seguro. Había en ello un contexto religioso tenso. En el poder ya había desde antes grandes competencias para los Valois, que sin dudas aprovecharon las diferencias religiosas para tomar el control de la rama que destacó por ser la vencedora en la Guerra de los 100 Años. Desde luego de que quitarles el trono a los Valois (que para ese entonces ya eran los Valois-Angoulemas): estos eran los Momtmornecy, Borbón y los Guisa. Al comienzo habían tenido muy buenas relaciones con los Valois. A esto hay que sumarle los cambios que los Valois querían hacer en la administración, nada conveniente para las otras familias.

Los fieles y los hugonotes iniciaron una serie de revueltas en toda Francia que convirtieron casi que inevitable una guerra civil. Los Borbón y los Montmorency estaban divididos e iban en contra de los Guisa que, técnicamente apoyaban a los Valois.

Como Carlos todavía era un niño, la que reinaba era su madre, la reina Catalina de Medici, y lo que buscaba era evitar una guerra civil, sin embargo, lo que hizo solo pareció perjudicarle. Pasaba el tiempo y los protestantes aumentaban, París era una bomba a punto de estallar y los Guisa parecían cambiar de bando. Se intentó algo en el coloquio de Poissy, pero no pasó nada importante.

La Primera Guerra de Religión de Francia tuvo intervenciones exteriores como la misma reina, Isable I de Inglaterra apoyando a los que iban en contra de la fe católica (solo estaban sus intereses de contrariedad a España) y los españoles con intereses de ver a Francia en el caos apoyaban a los Valois. En el 1563 tuvo lugar la Matanza de Wassy acontecimiento menor en donde los hugonotes hacían referencia de que no querían una religión clandestina.

La Segunda Guerra de Religión de Francia inicio tras años de un poco de tranquilidad —por no decir paz—. En el 1567 la revuelta se trasladó a Países Bajos e involucraba a los españoles que luchaban contra los hugonotes. Los Valois no se confiaban mucho de los españoles (y de ellos mismos tampoco, ¿eh?) y en ese mismo año contrató suizos para la seguridad. Ese mismo año tuvo lugar la Batalla de Saint-Denis, donde los hugonotes apenas perdieron, pues tuvieron que pirarse.

La Tercera Guerra de Religión de Francia tuvo inicio al año siguiente año, en 1568, la paz no duró mas que tres meses. La reina intentó sobornar a los hugonotes, pero su líder murió y fu remplazado por otro, Gaspar de Coligny. Este estaba cabreado, pues la reina declaraba un edito que consolidaba el catolicismo en Francia, en respuesta y agrandó el ejército de los hugonotes, además ya tenían la ayuda de los príncipes del Sacro Imperio. Vino una batalla más y luego otra paz como venía sucediendo. Margarita de Francia, hermana de Carlos IX, apareció en ayuda de su madre, mientras que su otro hermano, Enrique III, cada vez estaba mas cerca de ser el rey de Polonia. Por otro lado, también buscaban un matrimonio con el rey de Navarra (técnicamente aliados de los católicos) que pretendían calmar la tensión.

Una paz clara parecía estar cerca con relaciones del rey Carlos y el nuevo líder de los hugonotes. Lo que pretendían los Valois era no solo acabar con la guerra civil sino llegar a un tratado con sus eternos enemigos, los Hamburgo (que apoyaban a los hugonotes), pero nada de esto concluyó como se esperaba. Los protestantes atacaron en 1972 con una serie de hechos encabezados por Catalina de Medici que provocó la Matanza de San Bartolomé —católicos contra protestantes—. Esto dejó a Catalina con un mal perfil.

Titulo: Un matin devant la porte du Louvre | Autor: Édouard Debat-Ponsan | Se representa a Catalina de Médicis en la masacre.

 

La terrible situación en la que estaba Francia y las terribles conspiraciones que iban en contra de Carlos IX lo dejaron enfermo y terminó muriendo en 1574. Este se había casado con Isabel de Austria y tuvieron una hija.

Esta mala imagen de los Valois fue la causa para que la dinastía llegara a su declive. Tanto como protestantes, alemanes e ingleses y el rey de Navarra estaban en contra de los Valois. En 1574 el rey de Polonia, Enrique III fue a prisa por el trono francés y fue coronado al siguiente año en Reims, este Enrique sería el último rey de los Valois en Francia.

De Enrique se cuenta que fue alguien homosexual pese a verse casado con Gaspar de Coligny. De los reyes extraños de la época, pero los más contemporáneos de que de aquel tiempo se puede decir. Básicamente fue una alcahueta de los hugonotes y fue muy mal visto por los católicos, pero tal vez esa prudencia pudo haber puesto fin al conflicto.

Al terminar la cuarta guerra arrancó la quinta con los hugonotes atacando a la Francia católica junto con los alemanes. Los Valois huyeron a Navarra dejando Francia al borde de una división, sin embargo, una paz llegó con un gran triunfo de los hugonotes en el Edicto de Beaulieu, en este edicto los Valois apenas pudieron conservar el trono.

En estos tiempos se consolidó la Liga Católica. Dado que el rey no lograba tener hijos se pretendían de heredero a Enrique de Navarra, cosa que lograría mas tarde. Por otra parte, los Valois querían tomar Borgoña (Países Bajos) al tener los lazos, sin embargo, esto provocaría una nueva guerra contra España que aún conservaba legitimidad y de quienes disponían de ayuda contra los protestantes; así concluyó la absurda sexta guerra.

La séptima guerra también fue un conflicto fuera del asunto religioso, sin embargo, tuvo lugar en estos acontecimientos, es conocida como la Guerra de los Enamorados e involucraba a Catalina de Medici en reclamos al trono de Portugal.

Fin de los Valois y el fin de la guerra de la religión de Francia

En 1589 los Valois se hallaban con un gran problema sucesorio, pues Enrique III aún no lograba tener hijos. Enrique quería que el rey de Borbón (Países Bajos) fuera el rey legitimo con un acuerdo de que este se pasara al catolicismo y renunciara a los Hugonotes y por el otro lado estaba el rey de Navarra que era descendiente de los capetos (vamos, los capetos ordinarios), sin embargo, los católicos no lo aceptaron.

Sin nada claro inició la última guerra. Aquí tuvieron mucho más protagonismo los Guisa, de quienes salía Enrique de Guisa. Enrique III no logró hacer mucho y en estos años solo fueron guerras entre España con los católicos y hurgones al lado de los protestantes de Países Bajos (y alemanes) e Inglaterra. También estaba Enrique de Navarra (el siguiente rey) en contra del Enrique de Guisa (en contra de los Guisa, vamos) por el trono.  

Él último rey de los Valois fue asesinado en 1589 a sus treinta y siete años, terminado así la Dinastía Valois. Enrique III fue el primer rey de Francia en ser asesinado (fue en un atentado, concretamente). Esto no pareció ser grave para Francia, pues, aparte de tristeza había mucha alegría.

Con Enrique de Navarra la guerra empezó a llevar un camino hacia la paz. Fue coronado en el mismo año de la muerte del rey pues los hugonotes se unieron con Navarra para que Enrique de Navarra (Enrique IV de Francia), logrando vencer así a los Guisa. España se opuso, sin embargo, ya no estaban para liarla y pese a que el rey Felipe II tuvo buenas vitorias no logró lo que quería.  

Cuatro años después la paz se acercaba (por esta época salo la frase de “París vales bien una misa”), y poco a poco intentaban convencer a la Liga Católica de Enrique IV como rey. Y luego, en 1998, vino la Paz de Vervins y el Edicto de Nantes. Y así terminó la guerra de la religión de Francia. Desde antes del acuerdo definitivo Francia ya venía de recuperación de una larga guerra. Con Enrique IV la economía mejoró.

Con esto podemos con concluir la historia del siglo XVI en Francia.