Historia de México, siglo XVIII: las reformas borbónicas

En 1701 inicia la guerra de la sucesión española entre la Casa de Austria (los Habsburgo de Alemania) y los Casa de Borbón (los Capeto de Francia). Esta guerra duró catorce años y tuvo como ganador a los Borbón.

Juan de Ortega Montañés ocupó el trono de virrey en el Virreinato de Nueva España una vez más en 1701, destaca porque en su mandato los neerlandeses e ingleses provocaron el hundimiento de un barco importante que transportaba una mercancía a España. Este hecho se conoce como la Batalla de Rande, de la Guerra de la Sucesión Española. A seis años de su muerte lo remplazó, en1502, Francisco Fernández de la Cueva, hay dos virreyes con este nombre; ambos fueron también duque de Alburquerque.

Francisco Fernández destaca por sus lujos y magnificencia, trayendo la moda de Europa en aquellos tiempos, que, como partidario Borbón, tanto admiraban. Es decir, llevaba muy bien retratada su peluca. Las pelucas por estos tiempos eran muy de moda. Es decir, la verdadera moda europea exigía lujos que solo altos rangos se permitían, esta moda era centrada en Francia, los tiempos de la vida galante: vestidos, joyas, muebles, telas, sedas, tejidos, encajes y bordes de oro y plata perfectos con los colores azul y rojo que avivaban la nueva moda. Los Borbón trajeron esto a México, de ahí que la moda se haya expandido por América, tanto en el virreinato de Nueva España como el de Nueva Granada, la Plata o el Perú.

Este virrey como partidario ayudó mucho a los Borbón, por eso fortaleció las fuerzas armadas y aumentó las guarniciones. También confiscó las tierras y pertenencias de ingleses y neerlandeses en el virreinato. Con el Tribunal de La Acordada fue un rey duro contra la vandalismo o delincuencia de la época, por lo que no era raro que ejecutaran a un ladrón por la calle en su reinado.  Otra cosa que podemos destacar fueron las sublimaciones en Nueva Vizcaya.

En 1611 otro partidario Borbón llegó al trono, Fernando de Alencastre, y no tengo que decir si lo era, solo basta con ver su retrato, cualquier retrato de un monarca que vean con una peluca como un francés seguramente fue un Borbón o un fanático de su moda. De hecho, les dejaré aquí abajo su retrato.

Retrato del virrey Fernando de Alencastre Noroña | Autor: Juan Rodríguez Juárez (1675–1728), Wikimedia Commons

 

Este siglo lo iniciamos en septiembre de 1600 con el huracán que azotó la costa de México y que dejó más de 200.000 víctimas. En inicios de siglo reinaba Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco que fue el que reinó la paz que habían conseguido con los chichimecas por el norte ubicándolos en San Luis de la Paz, no se hizo solo con los chichimecas, este virrey veló mucho por los indígenas que vivían por las selvas y organizó muchos poblados para que estos viviesen ahí conservando muchas tierras, una de estas fue San Luis de Potosí, donde fueron a vivir muchos tlaxcaltecas, que por su nombre supondréis que se dedicaban a las minas, pues sí. Toda la plata del quinto real pasaba por la ruta de Santa Fe, famosa porque conectaba gran parte del territorio mexicano.

Este virrey también se interesó mucho por lo que realizaba Luis de Velasco y Castilla, este lo que estaba haciendo era explorar diversos territorios en Nueva España, eso le interesó mucho y organizó una expedición encabezada por Juan de Oñate para colonizar el norte del Nuevo Reino de León y Castilla (actual Nuevo México), fue a este mismo Oñate que el virrey le ordenó la búsqueda de las Siete ciudades de oro que no encontró. Lo cierto es que Oñate fue duro con las tribus que ahí habitaban y logró someterlas para luego fundar Sante Fe, una ciudad del Estado de Nuevo México actualmente.

Juan de Mendoza y Luna fue el siguiente rey, iniciando su cargo en 1603 y vivió la inundación de 1604. Hizo muchas cosas como acueductos como el de Chapultepec y el importantísimo Acueducto Padre Tembleque. También carreteras a la capital que si bien siempre faltaron. En el año 1607 lo remplazó Luis de Velasco y Castilla quien ya había reinado. Hizo diversas cosas, destacan sus obras para los problemas de inundación, pacificó revueltas y las expediciones que financió, como la de Sebastián Vizcaíno que en su regreso trajo a un embajador y samurái de Japón, Hasekura Tsunenaga. Esto facilitó relaciones con Japón.

Entre los años 1611 y 1612 el virrey fue Francisco García Guerra que era arzobispo de la capital. Se dice que murió de una lesión, por lo que duró poco. En su remplazo llegó Diego Fernández de Córdoba que destaca por fundar ciudades como Lerma en 1613, Córdoba en 1618, y Guadalcázar en 1620. También vivió un delicado momento del virreinato por los años 1616 y 1617 por una sequía que trajo hambruna y malas cosechas. También por estos años destaca la revuelta de los tepehuanes que arduamente logró pacificar, pero que se llevó muchos muertos, incluyendo españoles y mestizos. Pese a esto Diego junto al rey de España realizaron nuevas obras en la capital para el tema de las inundaciones, por lo que se hicieron alcantarillados al mando del neerlandés Adrian Boot.

Diego también realizó fortalezas en el puerto de Cancún, pues estos años los piratas neerlandeses e ingleses tenían en una situación muy seria a los españoles colones, todo en ese contexto de las guerras anglo-españoles que, en opinión, siempre estuvieron en un segundo plano. Con los neerlandeses los españoles tenían la Guerra de los Ochenta Años (la lucha por una independencia de España) y con Francia estaba la rivalidad de los Borbón contra los Hamburgo de la Casa de Austria en España. Todo esto tenía una repercusión n los ataques piratas.

Pese a que solo cuento lo que más le concernió a México, el Virreinato de Nueva España también estuvo controlando casi todo Centroamerica y el Caribe, pues fueron estas zonas que más fueron afectadas por franceses, neerlandeses e ingleses; sobre todo con los dos últimos, pues España llegó a buenas relaciones con Francia con el tema de acenso de la Casa de Borbón. Lo que mayormente hacían estos piratas eran saqueos de las mercancías que iban de América a España y saqueos a los puertos y algunas ciudades, como también participaban en el contrabando y venta-compra ilegales. Para defender estas mercancías estaba la armada española, que era la de patrocinar muchas como las expediciones. Es considerada como la más fuerte durante más de tres siglos.

Tras la muerte de la esposa de Diego, este decayó anímicamente, a su remplazó llegó Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel, quien fue muy querido por la gente, sobre todo los pobres a los que ayudó bastante dándole alimentos. En obras está la catedra que hizo en Real y Pontificia Universidad de México, y en honor su fuerte contra las contrabandistas, sobe todo con el maíz que consideraba que debía ser muy económico. Por esto se ganó de enemigo al arzobispo de Ciudad de México en esos años Juan Pérez de la Serna y este le hecho encima a todos los grupos populares que se veían afectadas con sus reformas, las que realmente fueron ordenes directas del nuevo rey de España, Felipe IV. Pero bueno, en América no era tan temido el rey de España. Su cargo terminó con las grandes inundaciones que hubo en esos años y terminó en el año.

En 1624 llegó Rodrigo Pacheco y Osorio: tuvo que lidiar con piratas neerlandeses, con los que perdió mucho oro y mercancías valiosas de España que se encontraba en una situación seria en Europa, también tuvo que poner orden en el norte con revueltas de nativos, sin embargo, lo que más destaca de su reinado fue la situación difícil del 1629, pues México sufrió la más grande inundación registrada en su historia, se dice que el agua subió dos metros en la ciudad. Salvo esto, Pacheco fue alguien muy pacífico y querido por mucha gente por lo que, como pocos, duró más de una década en el mandato.

En 1535 llegó un virrey nacido en América, hablamos de Lope Díez de Aux y Armendáriz. Fueron años difíciles, especialmente en Europa, pues España había iniciado la guerra Franco-española entre los Borbón y los Hamburgo de la Casa de Austria; por suerte en estos años España tenía el control de Portugal por un linaje de los Habsburgo con Felipe II (esto tendría consecuencias en Sudamérica) Lo cierto es que los piratas aprovechaban estos momentos para ir con toda y ya se habían apoderados de islas en el Caribe y las Antillas. Lope Díez tuvo que reforzar la armada en Vercruz por los neerlandeses. De paso el Papa Urbano VIII prohibió la esclavitud en América Latina, pero esto no sucedió de inmediato, fue un proceso lento que afectó más a los negros, sobre todo en Estados Unidos con los ingleses y en Brasil con los portugueses, concretamente para el trabajo duro como las minas. Lo cierto es que hubo una gran disminución de esclavos nativos en España. En el 1639 hubo gran terremoto en Ciudad de México que perjudicó más la situación.

En el 1640 reinó Diego López Pacheco (padre del Juan Pacheco, creador de la Real Academia Española [de a hay algo que ver de qué ver que los mexicanos se sientan con el acento neutro]), que, al tomar su cargo, se fue a Veracruz para reforzar las costas, recibió ayuda del reciente nacido Virreinato de Nueva Granada, actual Colombia y consejos que tenían, pues Cartagena también sufría por estos años serios ataques de piratas. Pacheco fue destituido en 1642 por tener sangre portuguesa cuando Portugal se independizó de España.

Juan de Palafox y Mendoza estuvo solo unos meses y de él se habla su reprimiendo a las costumbres primitivas de los indios, cosa que hasta el momento era permitido por los españoles y que a él no le gustaba. En fin, duró poco y destaca su interés por la educación, por lo que hizo mejoras. Lo sustituyó García Sarmiento de Sotomayor que tuvo un reinado muy pacifico, tuvo problemas porque no quería dejar su cargo. En 1948 llegó Marcos de Torres y Rueda donde destaca el Auto de fe que básicamente castigaban al culpable y si su acto era muy grave se le quemaba como pena de muerte. Este es un tema muy controversia, pues era algo más común en Europa que en América, a los nativos y negros se les solía ser pacientes siempre y cuando su acto fuera lejos de lo común de su proceso de cristianización.

PERÚ EN EL SIGLO XVIII